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Uno de los primeros factores consiste en el poco espacio disponible para transportar las mercancías por falta de contenedores, provocando que los precios de los fletes se hayan disparado en estos meses casi el triple de lo que valían hace un año atrás.

Cuando hablamos de escasez de contenedores no nos referimos a que no existen físicamente, si no que no están donde deberían estar. Desde que comenzó la pandemia llegaron barcos a todos los puertos del mundo con miles de contenedores de mercancías y debido a las restricciones de la pandemia no pudieron volver a cargar los contenedores con nuevos productos para llevarlos de regreso a sus respectivos orígenes, provocando que muchos sigan estáticos, sin movimientos. 

El segundo factor que ha contribuido en esta crisis tiene que ver con interrupciones en la fluidez del tráfico marítimo. Por un lado la temporada de tifones que llevó a varios puertos chinos a cancelar sus operaciones y por otro lado está el cierre temporal por medidas POS pandemia, de los puertos más importantes del mundo, los cuales se encuentran en China y que por el mismo motivo actualmente están funcionando a una capacidad inferior a la normal.

Como el mercado tiene una reacción en cadena, este factor ha generado una congestión de barcos que esperan para desembarcar su mercadería, colapsando los mayores puertos internacionales. El tráfico también ha aumentado porque los importadores más grandes que se resisten al incremento del precio del flete de las compañías navieras, están alquilando sus propios barcos para transportar sus mercaderías y esto se traduce en un número mayor de barcos en tránsito.

Sin embargo, no solo se trata de la escasez de contenedores o del tráfico excesivo, sino que hay un tercer factor que son los grandes productores como India y China, que están fabricando menos por las estrictas medidas que han impuesto en China para evitar las nuevas olas del virus, así, cuando se detecta algún brote en algún lugar la producción, la misma se vuelve más lenta provocando un retraso en la entrega de la mercadería.

Todos estos factores recaen en el consumidor, en primer lugar porque al dispararse el precio del transporte, de mercadería y de fletes, aumenta el precio de los productos. Este cambio ha sido drástico, ya que alrededor del 80% de los bienes consumidos en el mundo se transportan por vía marítima, así que estamos hablando de que hay un impacto directo, en la inflación de los hogares.

Con la navidad a la vista, ya empezamos a concluir que será muy difícil abastecer a la demanda y más aún a largo plazo si la pandemia y la aparición de nuevas variantes continúan haciendo estragos y la situación con el tráfico marítimo no mejora es probable que continúen aumentando los precios y aún no está claro hasta cuándo pueda extenderse esta crisis.

Quizá la situación actual de pandemia y la crisis en el comercio internacional por la cual se está transitando a nivel mundial no muestre un horizonte muy alentador, pero desde Framex consideramos que quedan más factores positivos que son razones suficientes para hacerle frente a los obstáculos que se le presentan y así crecer más a nivel internacional.

Nosotros vemos las oportunidades en las crisis, por eso si querés importar o exportar, ¡contáctanos!
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