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Informe Reservado

La coyuntura económica está marcada por dos hechos íntimamente vinculados: la aceleración de la inflación que mostró el registro correspondiente a febrero y los esfuerzos del gobierno para controlar la volatilidad del dólar, que lo llevaron a implementar nuevas medidas de política, acordadas con el FMI.

Si bien la tasa de inflación minorista de febrero tuvo un impacto significativo, lo cierto es que la misma estuvo en línea con lo que se esperaba: que fuera más alta que la de enero. Más impactante fue la aceleración en los precios mayoristas que pasaron de crecer 0.6% en enero a 3.4% un mes después.

Además del impacto negativo en la política y los medios, los registros de inflación abrieron importantes interrogantes respecto de la efectividad de la estrategia que el Banco Central viene implementando desde setiembre último para reducir la inflación y acercarla, al menos, a lo especificado en el Presupuesto.

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